7ª CATA DEL CARRIÓN DE ALIMENTOS DE PALENCIA
CATA DE LOS QUESOS CAMPOS GOTICOS
La secuencia de cata que seguimos para valorar cada cuña de queso consistió en una apreciación visual del aspecto externo e interno de la pieza, y a continuación percibimos e identificamos los olores directos apreciados por los receptores olfativos al acercarnos el queso a
QUESO CASTELLANO DE OVEJA SEMICURADO
Todos estos quesos castellanos son elaborados con leche cruda y entera de ovejas de raza churra, y su coagulación se hace con cuajo de lechazo.
Los tres tipos de quesos presentan un formato y corteza similar. Su formato es el “típico manchego”, sus caras tienen grabadas unas espigas y su contorno (cincho) un zig-zag. Su corteza es natural enmohecida y cepillada, por lo que presenta un color cremoso con tonalidades grisáceas y mate.
Al corte, la pasta del queso de oveja semicurado es de color cremoso con un ligero cerco más oscuro, y cierto brillo. Al tacto, es suave y aceitoso. Al acercarlo a la nariz se aprecia un ligero olor a los mohos de su corteza y matices lácteos frescos propios de la leche de oveja churra. Su sabor es pleno y suave, ligeramente ácido y con un punto de sal muy equilibrado y realzado con un delicado picor. Sus aromas nos recuerdan al de la mantequilla fundida, que junto con una textura blanda y mantecosa, y una corta persistencia nos invita a acompañarlo con un buen pan y un vino tinto joven y fresco o un blanco seco, sin olvidarnos del jerez fino o manzanilla.
QUESO CASTELLANO DE OVEJA CURADO
Su corteza ligeramente húmeda denota su prolongado tiempo de curación en ambientes fríos y húmedos. Su pasta presenta unos agujeritos pequeños de tipo mecánico y un color pajizo con un marcado cerco más oscuro. Aunque presenta un brillo superficial, al pasar el dedo sobre su superficie la sensación no es tan húmeda y suave como la experimentada en el queso semicurado. También es más firme, desmenuzable y seco. Su olor y sabor es complejo e intenso, signo de una larga curación (entre siete y nueve meses). Su marcado carácter ovino queda definido con un sabor ligeramente ácido y con punto de sal no muy alto, realzado con una sensación picante no muy persistente que invita a repetir en su bocado.
QUESO CASTELLANO DE OVEJA AÑEJO
De pasta parda amarillenta con un marcado cerco y textura áspera, seca y firme, el queso de oveja añejo denota una gran maduración en sus características sensoriales. Su largo tiempo de curación (entre diez y doce meses) hace que su olor, al igual que su sabor, sea complejo e intenso, recordándonos a pan y frutos secos tostados. Su intenso sabor, alto en sal, y picante presenta aromas tostados y amanerados. Muy persistente en boca y ideal para acompañar con un buen vino tinto.
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